El paisaje es un espejo
Sandra Bustos Gutiérrez
En los cielos verdes
y las nubes trazadas a mano
En el sol después de la lluvia
o cuando la sequedad
el viento agudiza
En la luz del mundo
perdí las certezas
El paisaje es una trampa
Un grito de espejos.
La habitación
mira a un cité
A la farola agujereada
por una piedra que lanzó
el niño flaco de la esquina
Un sótano inexplorado
corroídas las ventanas
A media luz
se cuelan las baratas
y se pasean por tus libros
Trizaduras en el muro
largas como tus cabellos
desprendidos en la tina
No abres la puerta
te veo por la cerradura
La comida está intacta
el cigarro encendido
Grito para saber de qué escribes
“de un tal tipo»
Kafka, creo que dices.
Borrar el lenguaje
para expandirse
Rearticulo
veo tu pausa
Chirrian las rodillas
mis pies en el musgo
tu extraño decir
Las fisuras azules
también rojas
verdes ¿violetas?
Escondo mi ropa
sin interferencia
Nos sostienen las palabras
Por la puerta entreabierta
asoman los bigotes del gato.
Hibernemos
hasta que todo pase
en tu nuca
en la niebla
Durmamos
para que las
ruinas y rastros
del azar
Desaparezcan
Esperemos
que el péndulo
vuelva y nos aliente
Como orquídeas.
En la tranquilidad embrujada
habito las rompientes
Me pierdo
en la luz
del ascensor
El cielo está vacío
Olas como polillas
No hay un beso último.


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