«Una simultaneidad de todos los presentes que hemos vivido juntas»: Entrevista a Catalina Infante
Rocío Abarzúa
«¿Qué se yo sobre ser madre? Absolutamente nada.» Esta pregunta planteada en las primeras páginas de La grieta (Emecé, 2023), primera novela de la periodista, editora y escritora Catalina Infante, brinda el tono de la lectura. Una protagonista llena de dudas se lanza a la maternidad aterrada, pero impulsada por el nuevo amor hacia su hija. Este también propulsa otra cosa: la reflexión sobre la propia madre en lo que termina convirtiéndose en un duelo tardío.
«La mayoría de nuestras decisiones no las tomamos realmente, prácticamente no es nada lo que decidimos» declara Laura, la protagonista, al comienzo de este relato, tras hablar del parto y nacimiento de su hija Antonia. Sin embargo, al avanzar en las historias paralelas de su propia maternidad y el recuerdo de la maternidad de Esther, su madre, a los ojos de ella, su hija, se tejen certezas, y con las certezas, decisiones. Pese a las grietas y quiebres que sufren las madres, las hijas, de esta historia, hay una recomposición que llega tras poner perspectiva, alejarse de la experiencia, volver a acercarse, mirarla desde atrás y desde los lados con ojos prestados y propios.
En La grieta, la simultaneidad de los presentes de estas tres mujeres nos abre la puerta a maternidades complejas, a veces inentendibles o inescrutables, pero llenas de voluntad y cariño.
Rocío: Tu libro me recordó otros libros sobre maternidad que he leído en el último tiempo, como A esta hora de la noche de Cecilia Fanti, o el clásico El nudo materno de Jane Lazarre. En todos hay algo en común que es la cercanía de la experiencia de la maternidad en la vida antes de llevarla a papel. ¿Cómo fue tu relación entre maternidad y escritura? ¿Fue ese, o más bien, cuál fue o fueron los factores que impulsaron esta obra?
Catalina: Creo que sí o sí es la propia maternidad la que te lleva a escribir sobre maternidad, porque es una experiencia intensa y de mucho material literario. (Yo la defino como una ayahuasca sin chamán). También personalmente, desde que soy madre sentí y tuve miedo de que, debido a esa intensidad, no volviera a escribir. Sentía que mi creatividad y toda mi energía estaba enfocada solo en ello, así que también el espacio de la escritura, esa soledad necesaria, ese “cuarto propio”, significó resguardar una parte de mí, para que no se perdiera, para mantenerme conectada con ella.
R: En El nudo materno, Jane Lazarre declara lo obvio de manera brillante: que si bien no todos somos madres, o padres, todos somos hijxs. En tu novela, el nacimiento de Antonia empuja la reflexión de la protagonista, Laura, sobre su propia madre, ya muerta, Esther. Y, al final, observamos, que la convierte en la narradora de una historia dirigida a ella, a la madre de la madre. ¿Cuál es el rol de la escritura en este proceso de dilucidación de una relación que ya no está?
C: Llenar vacíos, narrar la historia que no se narró, volver a dibujar aquello que el tiempo va borrando, con los trazos que necesitamos para continuar nuestra historia.
R: En muchos pasajes Laura habla de un pasado al que nunca podrá volver (Esther viva, la vida antes de Antonia), pero al que no sabe, tampoco, si quiere volver necesariamente. Es un duelo de etapas, finalmente: tras ser hija, no se deja nunca de ser hija. Tras ser madre, no se deja nunca de ser madre. Ni la muerte nos quita esto. ¿Puedes hablarnos un poco de esta integración temporal entre pasado y presente (y futuro), entre historias de infancia surgidas a partir de fotos o postales antiguas y su impacto en el relato que se cuenta Laura? ¿Cómo mirar lo que ya es con otros ojos puede ayudarla, ayudarnos a todxs, a vislumbrar lo que vendrá?
C: Es una linda lectura esa, la de vislumbrar lo que vendrá a partir de reordenar el pasado. De alguna manera creo que también las familias van avanzando como un espiral, hay algo cíclico, pero algo que cambia también, generación en generación. Quizás Laura necesitaba comprender y poner en orden eso, su pasado, la relación con su madre, para seguir su camino. También liberarse de las autoexigencias al entender que Antonia hará también el suyo en un futuro, y la desdibujará a su conveniencia.
R: Esta es tu primera novela: ¿por qué te decidiste por este formato para contar esta historia? Y, ¿cómo fue el paso de los cuentos a un formato más extenso?
C: Fue un aprendizaje y me entretuve, a pesar de que también fue desafiante. Quería probar, aprender, y además creo que la historia también me lo fue exigiendo. Aun así me encanta el cuento y es probable que vuelva a ese lugar.

Ficha técnica:
La grieta de Catalina Infante
Editado por Emecé (2023)
ISBN: 9789569956669
PVP: 13.900
146 pp.


Deja un comentario