María, Minerva y Ale
Poemas inéditos

Fer Urrutia

María

Aunque mi cuerpo lésbico

aparezca

María

en una zanja 

con marcas de hierro 

en las muñecas

y los restos de pelo y piel

que hayan dejado 

los días 

sean todo el testimonio

de mi nombre

luego de terminar 

con aquello que 

            soy

que

            somos

María

tus dedos

tocándome

mientras

cuento mis segundos 

en un gemido

silencioso

será mi único

            recuerdo

mi único cielo

Has de saber

            María

que no hay muerte

para quienes nacimos 

ya muertas

y volvimos a la vida

con la experiencia de tus labios

María

no hay muerte entre nosotras

que somos hijas de un luto previo

y respiramos bajo el agua

colgadas de tu aliento

Minerva

Aquello inalcanzable de tus pliegues

se me asoma como un dolor

agudo

y nervioso

en la punta de los dedos

donde no te tengo

todavía era una niña

cuando fui arrastrada 

fuera de la pieza

sus labios apretados 

de alguna forma me gritaban

y me enrostraban aquello 

que no tengo

aquello que no soy

nunca aprendí ¿sabes?

no tuve cómo descubrir que podía con mis labios

convocar una tormenta

aún lo desconozco 

lo único que tengo

es una idea

y pequeños destellos que se forman

cuando te miro y pienso

qué bien nos vendría un olvido pasajero

de todo aquello fuera del límite

que marca tu distancia 

ya no quiero estar en regla

lo que quiero es un lenguaje de silencio

que me ahogue de certezas 

como dos océanos que no acaban

ni terminan

en ninguna orilla

Ale

Para hablar de ti 

debo aprender a descansar el recuerdo

olvidar que hubo mañanas blancas

de nubes de mayo

iluminando tu ventana 

y tu ausencia

entonces puedo pronunciar tu nombre

y hablar de teatros o bares 

como si hubiera sido otro brazo

el que me acercó despacio

sin notarlo

a su cuerpo

puedo pretender

como lo hice tantas veces

que nunca me di cuenta

de la calma, 

del sueño logrado

que era el estarnos cerca

 cómplices

de un secreto innecesario

mas cuando hablo de ti

aunque logre olvidar los detalles

y pueda existir

después de haber caído

no una, ni dos

sino tantas veces

del mismo cielo blanco

no puedo evitar cerrar los puños

y morderme la comisura de los dedos

nerviosos

Porque existí

mil veces en tus yemas

para ser devuelta en un saco

como bolsa de oro

como moneda de cambio


Fer Urrutia (Viña del Mar, 1988). Escritora. Estudió literatura en la Universidad Diego Portales. Ha colaborado en las revistas PaperboiEl Circo en LlamasLa Juguera Magazine y Paniko. También aparece en la antología de poesía feminista Poesía en Toma (2018).

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