A diez años de Nicolás tiene dos papás: algunas preguntas y otras lecturas
sobre la representación de la diversidad familiar en la literatura infantil

Catalina Estrella

En octubre de 2024 se cumplen diez años de la publicación de Nicolás tiene dos papás, el primer cuento chileno sobre familias homoparentales destinado a las infancias desde los cuatro años. La iniciativa fue liderada por el Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (movilh), y contó con la colaboración de la Fundación Triángulo, una organización no gubernamental de origen español que promueve la integración de la comunidad lgbtiqa+ en todos los aspectos de la sociedad, bajo principios básicos de igualdad ciudadana y respeto a las identidades. El proyecto fue financiado por diversas entidades, entre ellas el Colegio de Educadores de Párvulos, la Dirección de Bibliotecas, Archivos y Museos(dibam) y la embajada de la Unión Europea y los Países Bajos.

Según el informe estadístico de la Cámara Chilena del Libro, el rango de producción más común informado durante el 2023 fue el tiraje de 1 a 500 ejemplares, lo que representa el 61,39% de la producción total, seguido por el rango de 501 a 1.000 copias, equivalente al 17,82% de la producción general, continuando así la tendencia por estas preferencias que se ha dado en el periodo 2016 – 2023. En el caso de Nicolás tiene dos papás, al tiraje inicial de 3000 copias, se sumó una segunda edición de 4000 ejemplares que rápidamente fueron distribuidos por jardines infantiles agrupados en la junji, en el Servicio Nacional de Menores (sename) y en establecimientos educacionales de todo el país. La demanda por la lectura del cuento fue tan alta que, a solo un par de semanas de su publicación, el movilh decidió liberar el libro en formato digital. Sin embargo, la historia de este niño que no solo tiene dos padres, sino también una madre biológica que forma parte de su vida y de su estructura familiar, encontró una férrea oposición de los sectores más conservadores del país, llegando incluso a librar una batalla judicial que escaló hasta la Corte Suprema.

En Chile, el reconocimiento legal a la diversidad sexual en la conformación de las familias ha sido un proceso lento. Recién el 2021 se aprobó la Ley de Matrimonio Igualitario que reconoce la existencia de núcleos familiares homoparentales y lesbomaternales. Nicolás tiene dos papás marcó un precedente en la historia del país, instalando el debate por la pertinencia del relato en el aula escolar, y se transformó en un primer paso hacia la socialización de temas considerados complejos con la primera infancia, como una manera de naturalizar otras formas de familia.

A casi una década de la publicación de la historia de Nicolás, el panorama editorial en Chile no es tan diverso. Entre primeros lectores circulan algunos libros álbum que repasan los derechos de las personas lgbtiqa+. En la categoría juvenil, en cambio, se amplía el espectro de libros a partir de la narración de la experiencia de pertenecer a la comunidad gay, relatos sobre salir del clóset y primeras búsquedas de exploración amorosa, historias que van fomentando el respeto y el reconocimiento de la diversidad sexogenérica que se vive en las aulas e internet. Por otro lado, no hay muchas obras en circulación que salgan de lo expositivo y conceptual, que permitan la identificación de niñes insertes en modelos de familias cuir, la publicación de ficción para las primeras infancias sigue siendo mucho menor en relación a aquellos libros bajo la categoría juvenil.

¿Cómo se explica el avance de la literatura en la naturalización de la diversidad y la experiencia cuir para las adolescencias, pero no para las primeras infancias?

Una posible razón es que para un amplio sector de la población, la protección a la infancia implica la no exposición a cualquier elemento que salga de la norma. Bajo una noción de inocencia restrictiva, se dificulta el desarrollo del pensamiento crítico y de la propia identidad en espacios de exploración cultural como la lectura. En palabras de Kenneth Kidd en «Le niñe de la teoría queer y los estudios de literatura para niñes» un iluminador ensayo incluido en Campo en formación. Textos clave para la crítica de literatura infantil a juvenil (Metales pesados, 2023): «Quienes trabajamos en el campo de la literatura de niñes sabemos cuán frecuentes e insistentes son las afirmaciones sobre la naturalidad, la inocencia y la autoevidencia de la niñez y sus formas […] niñe[1] hoy opera como un término de contestación y debate no muy distinta a la palabra queer[2]» (174).  Por otro lado, la familia sigue siendo una piedra angular que sostiene las sociedades, un núcleo donde le niñe además carga con el peso de un futuro que supone que su existencia es la respuesta a todos los males del presente, la esperanza de la humanidad y la conservación de sus valores.

Esto supone un problema porque durante la primera infancia la ficción es un espacio donde reina la imaginación, la capacidad de asombro y la curiosidad de les niñes, una dimensión donde se explora lo posible. Los libros tipo enciclopedias suponen un aprendizaje, una adquisición de conceptos, por tanto la disposición a la lectura es más bien verticalizada y se centra en el saber. En cambio en la ficción, hay un espacio en el cual se puede socializar con les niñes gracias a una historia que se está leyendo que puede no ser real, pero sí imaginada. Ahí, donde caben las preguntas, es donde se desarrolla el pensamiento crítico que excede a la lectura.

El relato de lo cotidiano: una vía para la naturalización de la diversidad

En Chile, la Circular 707 de la Superintendencia de Educación regula, entre otras cosas, la aplicación de principios de no discriminación y el respeto a la identidad, la expresión de género y la orientación sexual y también prohibe el trato vejatorio en relación a la situación familiar del estudiante.

Naturalizar la diversidad en la conformación de las familias es posible, incluso desde la primera infancia. Una alternativa es la socialización de lecturas que visibilicen hogares con estructuras fuera de la heterocis norma. Esta labor, además de les profesores, también la realizan madres, padres y cuidadores, porque les primeres mediadores de lectura en muchos casos son parte del núcleo familiar donde se desarrolla le niñe, por eso el trabajo de inclusión que se fomenta en las escuelas chilenas idealmente termina permeando a les adultes.

En ese sentido, el relato de lo cotidiano, sin que la diversidad sexogénerica sea el centro de la obra, es una excelente estrategia. Esa fue la apuesta de Invertido Ediciones, una editorial chilena independiente que se especializa en autores y literatura lgbtiqa+. El 2023 Invertido lanza una colección infantil que comienza con dos publicaciones de origen español escritas por Lawrence Schimel e ilustrados por Elina Braslina.

Temprano en la mañana

Lawrence Schimel

Ilustrado por Elīna Brasliņa

16 páginas

Cartoné

Es la historia de un niño que despierta antes que sus dos mamás y hermana. De pronto escucha el ronroneo de su gato que también ha madrugado, juntos van a la cocina para preparar el desayuno y terminan de comer justo cuando su familia se ha levantado.

La edición original incluía personajes blancos, sin embargo, para la versión chilena, Invertido decide intervenir la ilustración acorde a la realidad migratoria del país. Sobre esta decisión, Manuel Retamal, parte del equipo de Invertido, declara: «Para la editorial era importante mostrar personajes que pudieran ser una representación más certera de la realidad nacional. Por eso, consideramos relevante poner de protagonista de Temprano en la mañana a un niño negro, con el fin de que tanto niñes afrochilenes como migrantes pudieran verse reflejades. Esto teniendo en mente que el niño de otras ediciones es blanco. Con esto quisimos dar visibilidad a la comunidad afrochilena y reconocer la importancia que tuvo la migración centroamericana, que indudablemente ha cambiado la realidad de las infancias en Chile».


No es hora de jugar

Lawrence Schimel

Ilustrado por Elīna Brasliņa

16 páginas

Cartoné

Una niña se está preparando para ir a dormir, pero su perro, Rex, quiere jugar. Mientras se lava los dientes, Rex y su pelota la esperan impaciente, cuando sus papás le cuentan un cuento, Rex se pone celoso, roba el oso de peluche y sale corriendo. Toda la familia lo persigue por la casa, hasta que por fin lo capturan debajo de la mesa. De tanto jugar y correr, Rex por fin se cansa y los dos papás también, ahora todos duermen menos la niña que cuenta ovejas esperando unirse a su familia.

Estos libros en formato cartoné, están dirigidos a la primera infancia, previo a la adquisición de la lectura, por lo tanto implican un proceso de acompañamiento de parte de un adulte. En ambas historias, la conformación homoparental de la familia no es el tema central, es parte del cotidiano, el relato se ajusta a un momento en particular cuyo hilo conductor pasa por la relación de le niñe con su mascota. Ambos títulos ejemplifican cómo la ficción ofrece posibilidades de apertura al diálogo, a las preguntas y cuando se enmarca en momentos que son transversales a la experiencia humana se abre el espacio a la identificación, un proceso trascendental para el desarrollo de lectores.


Lawrence Schimel (Nueva York, 1971) lleva casi 25 años viviendo en Madrid, España. Escribe tanto en español como inglés y ha publicado más de 130 libros como escritor o recopilador, para lectores de todas las edades y en muchos géneros distintos. Es autor de 4 libros de relatos: Una barba para dos (Dos Bigotes), Mi novio es un duende (De Parado), Bien dotado (Laertes) y Dos chicos enamorados (Laertes), los poemarios Desayuno en la cama (Egales) y Deleted Names(A Midsummer Night’s Press), y más de 60 libros infantiles. Sus obras han sido traducidas a más de 50 idiomas. Ha ganado dos veces el premio Lambda Literary, un premio Crystal Kite de la Society of Children’s Book Writers and Illustrators, ha sido seleccionado por la Biblioteca Juvenil Internacional en Munich, Alemania para los White Ravens y tres veces por IBBY para Outstanding Books for Young People with Disabilities, entre otros honores. Compaginó su labor de escritor con la traducción literaria. Ha traducido al inglés libros de autores como Juan Villoro, Carmen Boullosa, Ángelo Nestore, Fabián O Iriarte, Isol, María Wernicke y Trifonia Melibea Obono, y al castellano autores como Maggie Nelson, Danez Smith, Koleka Putuma y George Takei.

Elīna Brasliņa (Letonia, 1988) ilustradora de casi una veintena de títulos, la mayoría de ellos libros infantiles y novelas juveniles de autores letones. Conocida por ilustrar la popular serie Art Detectives de Luize Pastore. El trabajo de Elīna ha sido nominado a premios locales y ha recibido dos veces el Premio Zelta Abele de Diseño de Libros (2014, 2015), así como el Premio Janis Baltvilks de la Región del Mar Báltico (2017). Hizo su debut internacional ilustrando la colección de poemas de Kate Wakeling, Moon Juice, publicada por The Emma Press (Reino Unido). Actualmente trabaja como diseñadora de producción con el estudio letón Atom Art en el largometraje de animación Jacob, Mimmi and the Talking Dogs.


[1] El texto refiere al uso de la palabra niñe como una forma neutra de nombrar a las infancias que incluye la diversidad de identidades que la conforman.

[2] Para este texto se prefiere el uso del término cuir en vez de queer como una forma de apropiarse de la palabra en el contexto latinoamericano.

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