Cuatro poemas 

Diego Urzúa

lugar(es) en donde nunca más

el balanceo es el baile

en los brazos fríos de mamá

admiro eso

la pausa 

el asombro de mamá

de ilegibles líneas en paredes

del simular una lectura sin saberse una letra

cruzando las piernas

cargando rodilla

como hacen los mayores hijo

con un quejido postural 

y una mirada al cielo

—mover el pie           de arribabajo              hacerse el sordo          la comidita ta´ lista plato humeante   huevos revueltos   fideos cabellos   queso derretido   todo se mezcla y gira el disco de placebo    bombo bajo grave     gris     sorbeteo de jugo en polvo:       el atraso al jardín    es     el choque de un camión al ford fiesta                y  la fiesta se nos acabó 

tarde de piscineo comunal

los gusanos nos encantaban 

se retorcían al estirarlos

del barro al que se sujetan 

pero un amigo los pisaba 

la compasión es una virtud, hijo

ahí 

empecé hipócritamente

a criar caracoles creyendo 

que eran más que gusanos crecidos

que eran ya como hombres grandes

que merecían ser felices una vez

por eso llene la tina con ellos

les di hojas de lechugas

zanahorias cortadas en 

óvalos perfectos:

pequeñas uñas con una delgada línea negra fina      como esos finos trazos solares rebotando en los chalecos que compramos dos por uno     hijo, corre! camina! gritos detrás, estoy al borde de una piscina que es como estar al borde del olvido           palpando con mis pies la coronación de piedras que separa el pasto del agua    

hijo, flota sin tragar agua,    flota:

es no cerrar la boca    mascar cloro   

y dormir flotando  con chincoles 

en arbustos  haciendo nidos.

en la pecera que después rompieron

vivían unos peces que

apoyaban sus branquias en el cristal.

recuerdo al casero 

él los entregó, y después

los colocamos a un rincón 

de la cocina americana

les asignamos 

una casita de juguete y 

un par de piedras rojas

— algas flotaban en la capa   que separaba a los peces de la atmósfera      se asomaban a la superficie con sus ojos de aceitunas recién lavadas              después           dejan el aleteo  después descienden lentamente  descansan en la gravilla  con un hilo de mierda en la cola abriendo sus bocas al nadar —

sumerjo mi mano

en el agua de la pecera

que después rompieron 

pero antes en mi palma

se retorcía el más gordo:

sus escamas naranjas se resbalaban en la punta de mis dedos          cae uno y no vuelve a nadar      cae otro  y sí    vuelve a nadar con su boca abierta   pero    sin algas que flotan sin el hilito que le colgaba             su casa está vacía —

el día en que nos fuimos

sin darnos cuenta 

las cortinas ya no estaban

el closet se reducía a 

una bolsa amarrada con un colet

no había nada más importante

que una maleta llena de cachureos 

cuadernos con flores secas 

entre las hojas sin rayar

— las sombras de las cosas son las sombras blancas de los muebles que quitamos de su lugar    de su destino   pensé en que también nuestras tres sombras quedarían rondando por el departamento:              mamá me dijo nos maldijeron, y fue tu tía y eso solo significaba que ese verano había sido el menos celeste de los que ya habían vivido, y que los próximos   nadie los recordaría —

las cosas enteras son

objetos partibles que se ensucian

era un poco eso, estancia incompleta

reafirmada por un puerta que cerrada

jamás vuelves a abrir:

todos olvidamos

lo que era la virtud

hijo, la compasión 

no sirve de nada cuando ganan los malos

eso fue porque perdimos

— para mí       todo era crudo escurridizo     las tardes eran otras tardes en las que había que comenzar a elegir bien las palabras    a dar el abrazo en el momento que tenía que ser dado   a extender los pañuelos para evitar las culpas y sí, yo sabía que me hacía cada vez un poco más insoportable, y temía que algún día, realmente fuese verdad   aun así    seguí bebiendo naranjas frescas  seguimos secando margaritas y criando peces  hasta que olvidé arrancar más flores y las sombras de las cosas con otras cosas las llenamos  —


Diego Urzúa Valdés (Santiago, 1998). Poeta. Egresado de Ciencias Jurídicas y Sociales de la Universidad Central de Chile. 

Contribuyó en la revista Infamous en el 2014, en edición y fotografía. En el 2022, participó del taller de poesía dirigido por el poeta Maximiliano Díaz. 

Recientemente, fue Becario de la Fundación Neruda con la dirección del poeta Sergio Muñoz. 

En la actualidad está inmerso en el taller de escritura, Primer Sueño, realizado por Camila Blavi y Daniel Medina. 

En esta entrada se exhiben poemas que son parte de su primer libro, el cual está en proceso de edición.

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