Explorar el cotidiano: las aventuras de Mika

Catalina Estrella

La casa, el hogar, sea cual sea su forma y contexto, es el primer espacio del mundo que habitan las infancias: allí comienza una vida de exploraciones y aprendizajes. En la etapa inicial del desarrollo humano (entre 0 y 5 años), todo lo que nos rodea es un nuevo estímulo. A medida que crecemos, las cosas van tomando nombres, las ideas se asocian a conceptos y de a poco vamos acumulando referencias universales que nos permiten ir abarcando la realidad. Previo a la etapa escolar, es en la rutina diaria y las actividades cotidianas donde se adquieren los primeros conocimientos y herramientas que posibilitan la interacción con aquello que nos rodea.

Mika es el nombre del personaje que protagoniza una nueva serie de cómics destinada a la primera infancia. Recomendada para niñes a partir de los 3 años, esta colección de libros de origen polaco, es publicada en Chile por Una casa de cartón, editorial independiente oriunda de Limache, V región. En su primer número, Mika y el monstruo verde(2024), le niñe se enfrenta a una figura terrorífica y muy ruidosa, un monstruo que en realidad es la aspiradora de la casa. 

La historia sigue la premisa básica de superación del miedo a través del arrojo a la aventura y la exploración del entorno. Desde la primera viñeta, podemos ver a un niñe pequeñx imaginar y probar formas para salir de su cuna y explorar la casa hasta que se encuentra con un gran monstruo verde. Sin embargo, la serie de Mika no responde al popular modelo de libro álbum que en ocasiones pretende ser un recurso para la educación socioemocional de las niñeces. El mercado editorial dedicado a las niñeces, está plagado de libros bastante genéricos que se enfrascan en una tarea inconducente: enseñar cómo y qué sentir. El cómic no busca explicar cómo se siente el miedo, ni cómo abordarlo, no hay un subtexto que abra una conversación en torno al sentir, pero es esa ausencia de marco forzado la que puede generar espacios reflexivos que toquen esas mismas temáticas.

Mika resuelve cada obstáculo que se le presenta, más allá del evidente miedo a este monstruo verde que se come todo a su paso. Hacia el final del cómic, vemos cómo le tira objetos encima, tropieza y termina por desenchufar el aparato.

Cuando se trata de libros para las primeras infancias, etapa previa a la adquisición de la lectura, es importante considerar la relevancia que adquiere el formato en que se presenta la historia. Al ser un cómic con un texto muy escaso, la disposición de las viñetas y la amplitud de las ilustraciones acuareladas son lo que permite la visualización de los acontecimientos como una secuencia que no es conclusiva, sino, más bien, un episodio de la vida cotidiana que termina con los padres descubriendo el desastre detrás de la valiente hazaña de Mika.

Los otros dos títulos de esta serie de aventuras, Mika. Un día caluroso y Mika salva a Reny, también tienen por antagonistas a los electrodomésticos, un recurso creativo muy ingenioso que permite conectar con las niñeces a través de la relación del relato con objetos tangibles  que forman parte de su vida diaria. Esta divertida saga, es un muy buen ejemplo de cómo una historia sobre un hecho cotidiano puede abrir los caminos hacia el fomento de la imaginación, la curiosidad y el ingenio, para ayudar a les niñes a resolver imprevistos y enfrentarse a lo desconocido. 


Agata Loth-Ignaciuk 

Es autora, ilustradora y editora polaca de libros infantiles, ha escrito varios libros de no ficción para jóvenes lectores. Recibió Mención Especial Bologna Ragazzi y fue nominada al Premio de Literatura Juvenil Alemana. Sus historias se han publicado en Alemania, España, Ucrania y Estados Unidos.

Berenika Kotomycka

Autora polaca de cómics y artista gráfica, se graduó en la Academia de Bellas Artes de Varsovia y ganó el Gran Premio de Cómics en Lodz. Publicada en revistas y libros escolares, imparte talleres de cómics. Su primera serie en solitario es “Tiny Fox and Great Boar”.

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